DONDE SOLO HAY CONFUSION, EL PONE ORDEN.
Génesis 1: 1-2 “En el principio creo Dios los cielos…..”
Existen algunos pensadores que niegan esta verdad bíblica, aunque después de mucho pensar no tienen como demostrar su teoría, y su mucho pensar solo queda en eso, en una teoría. La Biblia no propone una teoría, es Palabra de Verdades, lo que dice lo sostiene y lo demuestra.
– Salmos 19:1 “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos”
Permítanme un paréntesis: Dios es Trino. El Padre, por Su Palabra, de la nada fue hecho los cielos y todo lo que ellos contienen. El Hijo, Todas las cosas por EL fueron hechas, y sin EL, nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. El Espíritu Santo, hay diferentes maneras como la Palabra de Dios lo identifica, leamos San Mateo 12:28 y San Lucas 11:20, es el mismo acontecimiento, son palabras del Señor Jesús, “Si yo por el Espíritu de Dios echo fuera demonios…”,”Mas si por el Dedo de Dios echo yo fuera demonios…”
Podemos leer y entender Salmos 19:1 “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra del Espíritu Santo”
– Job 26:13 “Su Espíritu adorno los cielos; Su mano creo la serpiente tortuosa”
¿Alguna vez se ha puesto a contemplar al cielo adornado de estrellas? Hermoso, ¿verdad? Todas las estrellas fueron colocada allí donde se encuentran por el Espíritu Santo. También se le atribuye la creación de por lo menos la constelación de estrellas llamada Serpiente Tortuosa.
– Es imposible pensar que todo esto sea producto de la casualidad o de la evolución. Si lo miramos con un Telescopio veremos que estos son millones y millones y tienen un movimiento ordenado y perfecto, no chocan unos a otros, no existe el caos. El Espíritu de Dios lo hizo posible, “Su Espíritu adorno los cielos”.
Desde la creación de los cielos el Espíritu Santo puso orden y belleza
¿Cuántos años o miles o millones de años han pasado para que Dios creara toda clase de vida? Nunca lo sabremos.
– Génesis 1:2 “Y la tierra estaba desordenada y vacía…” Cuando todavía no existía tierra seca, ni luz, ni aire respirable, ni mares, ni ríos, ni plantas, ni animales, ni seres humanos; Dios entrego a la tierra a la confusión, “todo estaba desordenada y vacía” Es cuando “el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de la tierra” Empieza a poner orden, a dar forma, a poner las cosas en su lugar, le dio un eje y la hizo girar. Cuando por la Palabra de Dios todos las cosas y los seres vivientes fueron creadas, todo, todo fue puesto ordenadamente por EL y en su lugar.
Ahora vemos al Espíritu Santo adornando la tierra, donde había caos, puso orden. A cada especie le dio una característica propia que le permite su conservación y herencia.
A diferencia de todo el resto de la creación, para el ser humano, fueron tomados elementos de la tierra, mas, Dios soplo en su nariz “viento de vida”, puso en nosotros parte de EL, por eso tenemos la capacidad para comunicarnos con EL. Al morir el polvo vuelve al polvo y el espíritu vuelve a Dios.
Se pueden tomar huesos humanos y compararlos con otros seres vivos, seguramente se encontraran similitudes porque vivimos en la misma tierra, pero también encontraremos muchas diferencias porque el elemento característico de cada especie llamado “acido desoxirribonucleico, o, ADN” es diferente. ¿Qué de la facultad de hablar, de pensar, de la conciencia, de la personalidad?
Dios entrego toda la tierra a los humanos para que la exploren y la disfruten, dio abundancia de alimentos y la oportunidad de vivir eternamente, pero, por desgracia se rebelaron contra su Creador. Como resultado, ahora nacemos imperfectos y condenados al sufrimiento; nuevamente Dios envía Su Espíritu para poner orden a nuestras vidas. No quiere para nosotros que quedemos condenados al sufrimiento y a la muerta eterna, y nos dice:
– Romanos 8:1 “Ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”
– Romanos 8:13 “Porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis”
è Dios que ordenó los cielos y la tierra, también quiere ordenar nuestras vidas. Solo tienes que aceptarlo. Dios te bendiga ricamente.