Salmos 37: 1-5.
No necesitamos pensar mucho o ser muy observadores para darnos cuenta que en ésta vida hay muchas cosas que están al revés. Cito sólo algunas: Fuimos creados por Dios por adorarle y tener una hermosa relación con EL, pero la inmensa mayoría de personas rechaza a Dios; vivimos en una sociedad donde el respeto, la lealtad y las leyes deben cumplirse, pero la inmensa mayoría de una u otra forma las quebranta; vivimos en una sociedad donde los malos viven y prosperan mucho más que aquellos que trabajan duro y/o temen a Dios. Difícil de comprender ¿verdad?
Salmos 37: 1-2 “No te impacientes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad. Porque como hierbas serán pronto cortados, y como la hierba verde se secarán”
Estas palabras “no te impacientes… ni tengas envidia” están dirigidas al pueblo de Dios, a aquellos que han puesto sus esperanzas en el cielo y no en lo que el mundo les pueda dar.
– Colosenses 3:1-2 “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en la tierra”
- No nos preguntemos ni le preguntemos a Dios ¿Por qué muchos gobiernos han hecho tanto daño al cristianismo? Dios tiene sus tiempos, sus formas y sus propósitos y a Su debido tiempo se encargara de ellos.
“Como hierbas serán pronto cortados, y como hierba verde se secaran” solamente no nos impacientemos ni tengamos envidia, la mano de Dios a su debido tiempo caerá sobre aquellos.
Salmos 37: 3-5 “Confía en Jehová, y haz el bien; y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad. Deléitate así mismo en Jehová, y Él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará”
Son las tres cosas que sí debemos buscar y hacer: Confiar solamente en Dios y la mejor manera hacerlo es practicando el bien; deleitarnos en Dios en todos nuestros pensamientos y actos; poner nuestras vidas en las manos de Dios.
En ningún momento nos indica que debemos preocuparnos por la prosperidad o el bienestar aparente y terrenal de los malos; pero si nos está indicando que debemos ser personas que disfrutan una relación con Dios; personalmente en lo íntimo del hogar, y socialmente compartiendo su fe con otros en la familia, en la escuela, en el trabajo, en la iglesia.
“Confía en él; y él hará” Así también Dios a su tiempo obrara en nuestras vidas. No nos promete abundancia de dinero, aunque si lo quiere lo puede hacer. Lo que si nos promete es una vida abundante, rica y eterna, gozo con Dios. Cuando todo está complicado, cuando en todo nos va bien, nuestros ojos deben mirar al cielo.
Confiar es tener fe en EL. Tener fe en EL es aceptar a nuestro Señor Jesucristo como nuestro Único y Suficiente Salvador. ¿Y saben qué?, Dios en su inmenso amor nos da a todos la misma oportunidad; no importa cómo ha sido nuestra vida hasta hoy, aun si este fuera el último instante de nuestra vida aquí en la tierra, Dios tiene su tiempo, su forma y su propósito.
¿Recuerdan de los dos ladrones que estaban crucificados a uno y otro lado del Señor Jesús?
San Mateo 27:44 “Lo mismo le injuriaban también los ladrones que estaban crucificados con él”. San Marcos 15:32b “También los que estaban crucificados con él le injuriaban”
La misma sociedad no los quería; sus vidas, sus pensamientos, sus actos fueron horrorosos a tal punto que fueron condenados a morir en la cruz, que era la manera más terrible de morir. En ese estado y ya casi muertos, seguían insultando y ofendiendo al Señor Jesús. Decíamos hace un momento que Dios tiene su tiempo, su forma y sus propósitos; a ambos los ha puesto a uno y otro lado del Salvador, están teniendo la oportunidad de contemplarlo y la oportunidad de ser salvos de sus pecados.
San Lucas 39-43 Respondieron de manera muy diferente; “Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros”… El otro se expresa con palabras llenas de fe, podríamos decir que en esos pocos segundos de vida reflexionó de tal manera que nos dejó toda una catedra de lo que es la fe. Aunque está mirando el estado en que se encuentra Jesús, creyó en él y con firmeza lo trata como rey, “cuando vengas en tu reino”. El ladrón malo se convirtió en ladrón salvado. Nunca tuvo tiempo de hacer buenas obras, ni siquiera tuvo la oportunidad de asistir a alguna iglesia, ni de cumplir con ritos ni ceremonias; lo que es más, solo bajaría de aquella cruz cuando su cuerpo sea un cadáver.
“Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará”
Dios te bendiga ricamente.