ACCION DE GRACIAS PARA LA GLORIA DE DIOS.

Predicado por Joel Barajas.

2Corintios 4:7-15 7Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, 8que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; 9perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; 10llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. 11Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. 12De manera que la muerte actúa en nosotros, y en vosotros la vida.

13Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos, 14sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros. 15Porque todas estas cosas padecemos por amor a vosotros, para que abundando la gracia por medio de muchos, la acción de gracias sobreabunde para gloria de Dios.

2 Corinthians 4:7-15 7 But we have this treasure in earthen vessels, that the excellence of the power may be of God and not of us. We are hard-pressed on every side, yet not crushed; we are perplexed, but not in despair; persecuted, but not forsaken; struck down, but not destroyed—10 always carrying about in the body the dying of the Lord Jesus, that the life of Jesus also may be manifested in our body. 11 For we who live are always delivered to death for Jesus’ sake, that the life of Jesus also may be manifested in our mortal flesh. 12 So then death is working in us, but life in you.

13 And since we have the same spirit of faith, according to what is written, “I believed and therefore I spoke,” we also believe and therefore speak, 14 knowing that He who raised up the Lord Jesus will also raise us up with Jesus, and will present us with you. 15 For all things are for your sakes, that grace, having spread through the many, may cause thanksgiving to abound to the glory of God

INTRODUCCION

Este país celebra una hermosa tradición este 28 de noviembre, consiste en recordar con agradecimiento aquella actitud generosa de los nativos de América, al recibir con alimentos a los ingleses, quienes llegaron probablemente con escases, después de sortear toda clase de peligros, aquellos colonizadores arribaron a tierras nuevas en busca de libertad y una vida mejor para ellos y futuras generaciones.

El apóstol Pablo comienza en el capítulo 4:1 Hablando de un ministerio entregado a él, por la misericordia de Dios, aseverando que:

 

No desmaya pese a grandes tribulaciones, y de ninguna manera llevará el evangelio de salvación usando trucos, o mentiras o buscando su beneficio propio, sino de forma clara y sin otro interés que el traer almas a Cristo Jesús.

Mas al igual que aquellos colonizadores, pablo sabe que enfrentará muchos problemas y comienza describiéndoles en el versículo 7

A:  reconociendo la fragilidad de nuestra naturaleza humana llamándonos “vasos de barro”.

Pero al contrario de tomarle como una desventaja, el apóstol sabe que esta fragilidad es la que nos ayudara a ver con claridad que los logros del ministerio nos son nuestros, sino que La gloria de cada triunfo le pertenece a nuestro buen Dios quien es eterno.

  1. (v8) Pues Pablo sabe que la Iglesia se encuentra siempre atribulada mas no angustiada.

La tribulación viene por los constantes ataques contra el evangelio, ya sea por la misma sociedad que no cree, ya sea por leyes contrarias a la palabra de Dios, y mas aun por nuestros propios miedos.

Pero Dios no permite que venga la angustia como si ya no hubiera otra manera de continuar la obra de Dios, como si ya estuviéremos derrotados, sino que, al contrario, Dios da fuerza nueva y entre más nos estrecha el enemigo, mas nos esfuerza Dios por sus Santo Espíritu, para hablar y llevar las buenas nuevas de salvación.

  1. La iglesia se encuentra en apuros mas no desesperada

Ciertamente hay tantas situaciones en las que nos encontramos sin saber que hacer, sin encontrar una solución a los problemas y dificultades, pero precisamente ahí es cuando vemos que Dios a toda prueba siempre nos dará una salida, para que no entremos en desesperación por tener una carga mayor de la que podemos soportar. Siendo Dios nuestra esperanza.

 

  1. (v 9) Perseguidos mas no desamparados

Mas de una ocasión nos sentiremos acosados por el enemigo de nuestras almas, mas de una vez sentiremos como el enemigo nos sigue para oponerse al avance del evangelio, pero Dios no nos desampara, sino que alienta nuestros corazones.

Perseguidos de los hombres, pero amparados por Dios

 

E.- Derribados mas no destruidos.

A la verdad muchas veces hemos caído victimas de los ataques, pero la misma palabra dice que 7 veces cae el justo y 7 veces Dios lo levanta.

 

(v10) Por ello no es de extrañarnos En el versículo 10 Pablo habla de llevar la muerte de Jesús.

Lo cual, cada hijo de Dios encuentra en las palabras que leemos en Gálatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Galatians 2:20 20 I have been crucified with Christ; it is no longer I who live, but Christ lives in me; and the life which I now live in the flesh I live by faith in the Son of God, who loved me and gave Himself for me.

 

Cada día, cada instante, hemos de negarnos a nosotros mismos, menguar para que la vida de Jesús se manifieste en nuestras acciones, y no sean nuestra vida la que vean nuestros semejantes sino el reflejo de Jesús actuando en nuestro ser.

Así pues, sabiendo que es Dios quien nos libra en cada batalla, no dejamos de vivir como en acción de gracias

(v13) Ahora el apóstol Pablo habla de los motivos las razones por las que se siente sostenido, por lo cual él sabe que hay una razón de seguir y la compara con el

Salmo 116:7-6 Vuelve, oh alma mía, a tu reposo, Porque Jehová te ha hecho bien. 8Pues tú has librado mi alma de la muerte, Mis ojos de lágrimas, Y mis pies de resbalar. 9Andaré delante de Jehová En la tierra de los vivientes. 10Creí; por tanto hablé, Estando afligido en gran manera.

 

Psalm 116:7-10 Return to your rest, O my soul, For the Lord has dealt bountifully with you.8            For You have delivered my soul from death, My eyes from tears, And my feet from falling.9 I will walk before the Lord In the land of the living. 10 I believed; therefore I spoke, “I am greatly afflicted.”

Pablo habla con acción de gracias porque sabe que ha creído en las promesas de Dios, y Él le librara en cada dificultad convencido de que así como Dios entrego a su hijo para perdón de nuestros pecados, y Dios permitió la muerte de Jesucristo, también es Dios quien levanto a Jesucristo de los muertos, y de igual manera a nosotros nos librara de toda aflicción y nos levantara también a nosotros Junto CON TODOS LOS QUE HAN CREIDO , EL DIA EN QUE CRISTO VUELVA, NOS LEVANTARA PARA VIDA ETERNA.

 

CONCLUSION:

El versículo 15, es un canto de acción de Gracias, en el cual, Pablo asegura que todas estas cosas las ha padecido por amor a ese ministerio de reconciliación, el cual  recibió por la misericordia de Dios, ministerio que le lleva a conocer y amar a los que han de recibir la gracia de Jesucristo, recordando que al llevar las buenas nuevas de salvación, abunda la gracia de Dios en los muchos que se van añadiendo al libro de la vida, al plan redentor de Dios,  para que cada uno sobreabunde en acción de Gracias para  gloria de Dios.

ACCION DE GRACIAS.

Filipenses 4: 6-7.

“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”

En este versículo encontramos dos expresiones que son completamente contrarias y mandatorias: “Por nada”, algo que nunca debemos hacer o algo en que nunca debemos caer; “En toda”, algo que siempre debemos hacer.

– “Por nada estéis afanosos”. Permítanme explicar con un ejemplo el concepto “afán”: Una de las labores más difícil y delicada es ser padre de nuestros hijos. A pesar que obramos con muy buena voluntad, no es raro que nuestros hijos rechacen nuestra enseñanza y hagan exactamente lo contrario a nuestros deseos, entonces buscamos como mejorar, leemos, preguntamos, ponemos mucha fuerza. Descuidamos algunas áreas, pero a nuestros hijos le damos el doscientos por ciento. Si vemos que seguimos fracasando le damos el trecientos por ciento, y si seguimos fracasando entramos en una gran tensión y preocupación.

Cuando esto sucede se produce en nosotros la ansiedad, que no es otra cosa que intranquilidad, nerviosismo, preocupación que no nos permite descansar, y ésta no es una característica para la vida cristiana. El gran enemigo de la paz es el afán, peor aún, la ansiedad.

¿Y cuál es la respuesta clave al afán y a la ansiedad?

– “En toda oración y ruego, con acción de gracias” Oración mezclada con acción de gracias. El apóstol Pablo extiende un poco más este concepto:

1 Tesalonicenses 5: 16-18 “Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”

Tres preceptos: gozo, oración sin cesar, acción de gracias.

Gozo. Porque Cristo el Señor es nuestro Salvador.

Oración sin cesar. Porque es dirigirnos a Dios y escuchar su voz; es interceder y esperar; es contemplar a Dios en toda su hermosura y poder; va desde la alabanza y llega hasta nuestras peticiones.

Acción de Gracias. Por nuestras bendiciones espirituales que ya estamos disfrutando; por las bendiciones espirituales eternas y que esperamos; por las bendiciones humanas temporales; y por todo aquello que a simple vista parece adverso, digo aparentemente, porque si estamos en Cristo Jesús, nade es realmente adverso. Romanos 8:28 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien”

– “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardara vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”

Por nada… En toda… Y la paz de Dios nos guardará.

DAR GRACIAS POR TODO AL DIOIS Y PADRE.

Efesios 5:15-20.

v.20 “Dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”

– He perdido el trabajo, ¿tengo que darle las gracias a Dios?

– La esposa o el esposo lo abandonó, ¿tiene que darle las gracias a Dios?

– El hijo anda en malos caminos, ¿tiene que darle las gracias a Dios?

El apóstol Pablo escribe: “siempre gracias por todo” Claro, estos ejemplos son muy duros, pero son reales.

Cuando Satanás, el enemigo de Dios y por consiguiente nuestro enemigo también, quiere destruir a un hijo de Dios o destruir al  pueblo de Dios, Dios nos dice: “No temáis ni amedrentéis… porque esta no es vuestra guerra, sino de Dios (2Cronicas 20:15)

Es posible que usted este viviendo una experiencia muy dura y viene orando por mucho tiempo y siente que no hay respuesta por parte de Dios; quiero que sepa, que aunque usted no lo sabe, EL ya está obrando y terminará su obra de la manera más hermosa. Dele las gracias a Dios, porque si hay alguien que le puede dar la victoria, es nuestro Señor Jesucristo.

2 Corintios 9:15 “¡Gracias a Dios por su don inefable!”

Inefable: algo que no puede ser explicado en palabras. Su sinónimo es, inenarrable.

El “Don Inenarrable” de Dios es el gran amor que tiene por usted y que tiene por cada uno de nosotros. Es imposible explicar cómo es que envió a Su Hijo para que pague con Su vida, la deuda que nuestros pecados nos habían hecho deudores (la paga del pecado es muerte).

– Trate de explicar el dolor de un padre que tiene en sus brazos a su hijo muy gravemente enfermo y que está a punto de dar el último suspiro de vida, y él no puede hacer nada, solo verlo morir en sus brazos.

Por causa de nuestros pecados: el Padre mira a Su Hijo en la cruz, ¿hay alguien que pueda explicar el dolor del Padre? Estoy completamente seguro que si hubiese habido alguna otra manera de efectuar nuestra salvación, EL la habría empleado, pero, no lo hay.

San Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, ni se pierda, más tenga vida eterna” Ese es el “Amor Inefable” de Dios. Porque su amor por la humanidad es tan inmenso, imposible de explicar, debemos siempre darle gracias a EL en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Josué 1:5 “Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida, como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejare, ni desamparare”… Y Satanás lo sabe muy bien, por eso se te acerca cautelosamente y te susurra al oído: “tú no puedes… tú estás solo… nadie está contigo… tu vida es un fracaso” Lo triste de todo esto es que en lugar de reprenderle,  comenzamos a creer sus mentiras, cada vez escuchamos más sus consejos y menos a Dios.

Deuteronomio 6:12 “Cuídate de no olvidarte de Jehová, que te sacó de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre”

. Después de tantos problemas con el faraón de Egipto, las plagas, etc. Al fin los liberó.

. Se abrió el mar Rojo.

. Pasaron el mar en seco.

. Columna de nube y columna de fuego que los guiaba por el desierto.

– ¿Qué creen? No solo se olvidaron; se olvidaron y murmuraron contra Dios. Éxodo 16:3-4 ahora les da pan del cielo. Luego de un tiempo igual, Éxodo 17:3 ahora les agua de una roca. Luego de un tiempo igual, Números 20:1-5 “tú no puedes… tú estás solo… nadie está contigo… tu vida es un fracaso”. Satanás por todos los medios va a poner en nosotros, el preocuparnos por aquello que no tenemos y que pasemos el tiempo lamentándonos y quejándonos y haciéndonos ver que no somos felices.

1Cronicas 20:22 Cuando nuestras vidas alaban al Señor, Dios responde de la manera más maravillosa, y Satanás lo sabe, por eso quiere quitarnos la alabanza de nuestros labios: “tú no tienes buena voz… tu no sabes cantar…”

Una vida que adora a Dios, es una vida que alaba a Dios. Una vida que alaba a Dios, es una vida que da gracias a Dios en todo y por todo.

DANDO SIEMPRE GRACIAS POR TODO A DIOS.

Efesios 5: 17-20.

Permítanme comenzar con una pregunta, ¿puede usted enumerar las bendiciones que ha recibido de Dios en esta última semana? Deténgase un momento y comience a recordar.

Ahora, por favor, enumere lo que usted ha hecho en gratitud a Dios.

Efesios 5:20 “Dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”

SIEMPRE GRACIAS POR TODO. Tengo que juntar dinero como sea, dejar de comprar cosas que necesito para poder pagar impuestos el fin de año, y ¿tengo que dar gracias a Dios por ello? SI, porque eso indica que Dios te ha provisto de un empleo. El fin de semana se me termina pronto porque  paso lavando ropa, barriendo la casa, atendiendo a los niños que ya me desesperan, y ¿tengo que dar gracias a Dios por ello? SI, porque eso indica que Dios te ha dado una familia y una casa.

El problema está en que muchas de las veces pasamos el tiempo buscando cómo solucionar lo que no tenemos y que nos hace mucha falta, que no vemos las cosas hermosas y maravillosas que Dios nos da día a día. O porque creemos que es obvio que las cosas sucedan, mejor dicho, que suceden porque tienen que suceder; llego la noche, es obvio que va a amanecer; he trabajado toda la semana, es obvio que me van a pagar; cuando tengo hambre, es obvio que tengo que comer.

Con que facilidad y rapidez olvidamos las maravillas que Dios nos regala en cada momento, de tal manera que ya comenzamos a destruirlas, la vida, el aire, el agua, el hogar, la familia, la sociedad, Cristo, la salvación, la vida eterna.

Deuteronomio 6: 10-12 “Cuídate de no olvidarte de Jehová, que te sacó de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre” ¿Cómo olvidar cuando cruzaron el mar Rojo, o cuando los guiaba con esas columnas de nube y fuego, o cuando les dio de beber agua en pleno desierto, o cuando los alimentaba con pan que les enviaba desde el cielo? Imposible, ¿verdad? Pero ¿Qué creen? Lo primero que hicieron fue olvidarse. Nunca le dieron las gracias a Dios, por lo contrario, se molestaron y le dijeron: “mejor nos hubieras dejado en Egipto”

Ay, esos hermanos, como se parecen a muchos de nosotros. Tenemos hambre, nos da un pan, y nos molestamos porque no nos dio pan con jamón; necesitamos movilizarnos, nos da u auto y nos molestamos porque el vecino tiene un último modelo de color amarillo.

Tenemos que aprender ser agradecidos a Dios.

San Lucas 17: 11-19. Permítanme un paréntesis, para hablar un poquito acerca de la lepra.

Levítico 13: 38-46 La lepra era y es una enfermedad horrible e incurable, aunque hoy ya hay tratamiento, el enfermo era considerado como el ser más inmundo y contagioso de toda la naturaleza. El sacerdote tenía la obligación de velar por el bienestar del pueblo, por eso los condenaba a terminar sus días en el desierto, fuera de la ciudad. V.46 “Y habitara solo, fuera del campamento será su morada” No hay nada que se pueda hacer con aquella persona, solo Dios tendrá compasión de ellos.

San Lucas 17: 12-14 “Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon lejos y alzaron la voz diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros! Cuando EL los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados”

El Señor Jesús se dirigía a Jerusalén pero decide entrar a una aldea, allí le salieron al encuentro estas personas, ¿fue pura casualidad, o sucedió porque tenía que suceder? NO, Jesús sabía que allí había personas que lo necesitaban, que habían creído en él.

Cristo los ama y nos ama, y quiere hacer cosas hermosas en cada uno, posiblemente estemos muy lejos de EL, en la peor inmundicia; pero sepamos algo, EL viene a nuestro encuentro y nos va a dar la oportunidad que lo encontremos, cuando eso suceda, no dejes que siga su camino sin que suceda nada en ti.

San Lucas 17: 15-19 Solo uno regreso para darle las gracia, ¿y el resto?

Dar gracias a Dios es la respuesta de un corazón que no olvida, que reconoce las bendiciones de Dios.

Una nota muy importante, los judíos siempre supieron de Dios y esperaban al Mesías, los samaritanos, no; además eran tan enemigos que no podían vivir juntos, pero todos los enfermos con lepra eran echados al desierto y allí convivían. Es muy posible que los judíos leprosos hablaron de Jesús al samaritano leproso y allí lo acepto como su salvador personal. Lo cierto es, cuando reciben la sanidad de sus cuerpos, el único que regresa con acciones de gracias es el samaritano; el resto, aunque decían conocer a Dios, al recibir la salud de su cuerpo, se olvidaron.

Nuevamente, Deuteronomio 6:10-12 Cuando Dios te da bendiciones: casa llena que tú no llenaste, cisternas cavadas que tú no cavaste, viñas y olivos que tú no plantaste, cuídate de no olvidarte quien te dio la bendición.

Los judíos del Antiguo Testamento de olvidaron, los judíos del Nuevo Testamento de olvidaron, ¿nosotros?

Acción de Gracias es hacer la voluntad de Dios y no la nuestra; es dejar de hacer lo malo y entregarse por completo a Dios.

Romanos 1:21 Al igual que el noventa por ciento de los “enfermos” necesitados: “habiendo conocido a Dios no le glorificaron, ni le dieron gracias”, su ruina será eterna.

Romanos 5: 8-9 Si Dios nos diera lo que nos merecemos, hace rato ya estaríamos condenados a muerte. Pero su amor por nosotros es tal que quiere sanarnos, quiere salvarnos, quiere darnos vida de calidad y darnos vida eterna. Hoy nos está dando la oportunidad de encontrarlo, ¿quieres aceptarlo?

 

 

DAR GRACIAS A DIOS.

Efesios 5:15-20.

Ahora que hay tanta violencia en las calles, y también dentro de los hogares podemos decir: “dad gracias a Dios por todo lo que nos sucede, sea bueno o sea malo” ¿Cuántos robos, crímenes, terrorismo quedan sin resolverse porque nunca hallaron al responsable? ¿Y ese culpable podrá decir: “gracias Dios porque nunca me atraparon?”

El apóstol San Pablo en Efesios 5:20 se está dirigiendo a una congregación de creyentes, no a cualquier tipo de personas. Veamos.

v.15 “Mirad, pues, con diligencia como andéis”

v.16 “Aprovechando bien el tiempo”

v.17 “Sed entendidos de cual sea la voluntad de Dios

v.18 “No os embriaguéis con vino, antes bien, sed llenos del Espíritu”

v.19 “Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y canticos espirituales, cantando y alabando al Señor en nuestros corazones”

A estas personas les dice, v.20 “Dando siempre gracias por todo el Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”

La pregunta es, ¿los creyentes debemos dar gracias a Dios en las buenas o en las malas?

– Romanos 5: 8 “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”

Se me acerca una persona y me obsequia una camisa, ¿Qué es lo que hago? Inmediatamente me pongo de pie, le muestro mi mejor rostro y le agradezco.

¿Podrías mencionar de alguna o algunas bendiciones que Dios te ha concedido en estos últimos días? ¿Qué has hecho?

Si hasta ahora no has encontrado nada para darle gracias a Dios, hoy puedes comenzar a hacerlo “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”. Dale gracias por el gran amor con que te amó. Dale gracias por tu salvación. Dale gracias por morir por ti.

Salmos 103:2 “Bendice alma mía a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios”

Deuteronomio 6:12 “Cuídate de no olvidarte de Jehová, que te saco de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre”

Pero, ¿Qué paso? Lejos de agradecer, olvidamos lo que Dios ha hecho por nosotros. No olvides ninguno de sus beneficios. No olvides de donde te saco. Estamos tan preocupados por cosas que nos faltan o suceden que hemos dejado de ver las maravillas que Dios nos está dando.

No cometamos el mismo error que en la antigüedad cometió el Pueblo de Dios. Se olvidaron quien es Dios, se olvidaron de todos sus beneficios, se olvidaron que fueron sacados de la esclavitud, se olvidaron que ya eran libres.

– Romanos 1:21-22 “Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios”

– Filipenses 4:6-7 “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardara vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”. Agradecer por todas las bendiciones, suplicar para evitar males. Que todo nuestro trato con Dios sea sólo de alabanza. La consecuencia de una vida así es que la Paz de Dios guardara nuestros corazones y nuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Recuerda todo lo que hemos pasado como congregación: ofensas, maltratos, robos. Gracias Dios porque todo aquello nos hizo fuertes, nos hizo UNIDOS POR CRISTO.

DAME UN CORAZON AGRADECIDO.

San Lucas 17:11-19.
V.11-12 Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea, entro a una aldea y le salieron al encuentro diez hombres leprosos.. ¿Cree usted que esto ocurrió de casualidad?
Salmos 103:3-6 “Él es quien perdona… sana… rescata… corona… sacia de bien… hace justicia…”
El Señor Jesús sabia de estas personas y quería sanarlos. En su viaje a Jerusalén El cambia su ruta, se mete a la aldea y se encuentra con estas personas necesitadas.
El Señor se pone al alcance de los necesitados, pero espera que ellos lo llamen. V.13 “Y alzaron la voz diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros!”. Eso mismo está sucediendo ahorita, el Señor Jesús ha hecho un viaje especial y está frente a nosotros; no lo dejemos que se vaya. El está aquí porque quiere sanar tus emociones, tus temores, tus humillaciones. ¡Llámale!
La lepra.. Es una enfermedad muy cruel. (1) Pudre la piel, especialmente la zona del cráneo, afecta nuestra manera de pensar y actuar. (2) Se come la nariz y las fosas nasales, haciendo perder la sensibilidad de oler. (3) Acaba con el oído, haciendo perder la sensibilidad de oír. (4) Se come los labios, afectando la garganta y la voz.
Lo cruel de todo esto es que estos mismos síntomas los encontramos espiritualmente por todos lados. Lo que me hace pensar que en la humanidad actual, si bien es cierto, esta enfermedad física está muy bien controlada, la lepra espiritual está aumentando: (1) en su razonar, las personas no buscan a Dios, creyéndose sabios, se hacen cada vez más necios (Rom.1:22). (2) Han perdido la sensibilidad de oler al pecado y se practica toda clase de mal. (3) Ha perdido la sensibilidad de escuchar el consejo bíblico o la voz del Espíritu Santo. (4) sus labios no hablan, no alaban a Dios, no cantan alabanzas, no testifican de Dios.
¿Saben que es lo más triste de esta historia de los diez leprosos? Todos ellos fueron sanados físicamente, pero uno solo regreso agradecido (v.15) “glorificando a Dios a gran voz”, y ese uno no era de aquellos que conforman el “pueblo de Dios”. Dios bendice a todos por igual, no todos damos gracia a Dios, el noventa por ciento es irreverente.
Miren lo que dice el v.19: “Levántate, vete; tu fe te ha salvado”. A quien físicamente está enfermo, Dios lo sana; pero a quien espiritualmente está enfermo, Dios lo salva. ¿y los creyentes?
La acción de gracias en una característica de todos los que venimos a las iglesias, se manifiesta alabando a Dios y bendiciendo su nombre. Salmos 100:4 “Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; alabadle, bendecid su nombre”. Es la respuesta de un corazón agradecido.
Aprendamos a reconocer todas las obras de Dios en nuestras vidas. Salmos 103:2 “Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios”. Recuerda, si tienes que comer y que vestir y donde dormir; estas más bendecido que el 50% de la población mundial. Si tus padres están vivos y todavía continúan casados, estas más bendecido que el 50% de la población mundial. Si puedes ir libremente a la iglesia, sin que te arresten o maltraten o metan a la cárcel, estas más bendecido que muchos millones de personas que inclusive son matados por su fe… ¿Cuándo fue la última vez que diste gracias a Dios por estas cosas?
Recuerda también, de donde te saco Dios. Es hora de decirle: “Señor quiero que me des una cosa más, dame un corazón agradecido y que siempre te alabe”.
Por la vida, por la salud, por los alimentos, por tu sacrificio en la cruz, por recatarnos del pecado, por hacernos hijos tuyos, por el Espíritu Santo, por tu gracia, por tu presencia, por tu eterno amor, porque eres bueno… ¡Gracias Señor!