Romanos 8:31-34.
V.31 “¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿Quién contra nosotros?”
– ¿Qué, pues, diremos a esto?
¿A que esto se está refiriendo? Definitivamente a verdades que ya se ha expresado antes, conceptos de los cuales no existe ya la menor duda.
Romanos 8:18 “Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse”
Tremenda realidad, el cual solo es el punto de partida para todo lo hermoso que viene a continuación.
La vida es dura, ¿verdad?; alguna vez la familia, otra los vecinos o nosotros mismos… el diablo metiendo cizañas y buscando que destruirnos. ¿Hasta dónde nos ha metido? No lo sé; pero lo que si se y porque la Palabra de Dios me lo dice, es que nada de eso es comparable con la gloria venidera que Dios tiene para con cada uno de nosotros.
Solos, es decir la persona sin Dios, está completamente desprotegida, la Biblia nos compara con las ovejas, y si nos detenemos a mirar a estos animalitos vamos a darnos cuenta que no son muy inteligentes, es más, son torpes e indefensas, no tienen garras filosas ni colmillos afilados para defenderse, son seres completamente desprotegidos, expuesto a cualquier enemigo hambriento, fácil de ser destruido y por lo tanto necesitan de un protector: un pastor. Si nosotros somos ovejas, Cristo es nuestro pastor y con ÉL estamos seguros. No nos abandona jamas.
Romanos 8:32 “El que no escatimo ni a su propio Hijo, sino que lo entrego por todos nosotros, ¿Cómo no nos dará también con él todas las cosas?”
“Lo estregó por todos nosotros” Romanos 5:8 “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo pecadores, Cristo murió por nosotros” Subrayemos “por todos nosotros” Lo entregó para toda la humanidad, Cristo murió por los pecados de todo el mundo estero, como lo dice también 1 Juan 2:2 “Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo” Cristo resolvió el problema del pecado, ahora el problema es de “creer y recibir”
Romanos 8:33 “¿Quién acusará a los escogido de Dios? Dios es el justifica”
Permítanme hacer un paréntesis para hablar de “los escogidos de Dios” Efesios 1:3-4 “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales EN Cristo, según nos escogió EN EL antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él” El Padre escogió a nuestro Señor Jesucristo, lo dio para salvación; para que en ÉL escoger a toda la humanidad. “Los escogidos” son los pecadores que Dios ha justificado, aquellos que han creído y aceptado al Señor Jesús, las ovejas cuyo pastor es Cristo; a estos, nadie puede acusar ni condenar. (1) Siempre hay la elección soberana de Dios, ¿y cuál es? Romanos 9:8 “Esto es: no los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino los que son hijos de la promesa son los contados como descendientes” (2) Por lo tanto, requiere de una respuesta obligada del ser humano: Romanos 10:13 “Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo”
Romanos 8:34 “¿Quién es el que condenara? Cristo es el que murió; más aún el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros”
La razón por la que nadie (y se está refiriendo al enemigo de nuestras almas) nadie puede acusar ni condenar a los escogidos de Dios, a aquellos que hemos aceptado al Señor Jesús como nuestro Salvador personal, es cuádruple, veamos: (1) “Cristo murió por nosotros” Pagando así la deuda de nuestros pecados. (2) “Cristo resucitó” Nos da la esperanza que podemos ser declarados justos. (3) “Cristo está a la diestra de Dios” Antiguamente estar a la diestra del rey significaba “el que participa del poder y la gloria del rey” Cristo resucitado, vivo, está allí, participa del poder y la gloria del Padre para salvarnos. (4) “Cristo intercede por nosotros” Permítame una pregunta, ¿esta mañana usted oró por usted mismo? Claro, debió hacerlo, pero si no lo hizo, Cristo si oró por usted.
¿Por qué no ponemos nuestra vida presente y futura en manos de Aquel Pastor que puso su vida por las ovejas? Recuerda Romanos 8:28 “A los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien.
Dios te bendiga ricamente.