– Predicado por el hermano Joel Barajas.
San Mateo 21:1-11.
Cuando las personas están faltas de algún sentido, particularmente visual, dependen del resto de su cuerpo para percibir lo que ocurre a su derredor, estos ciegos sabían que Jesús el Rey estaba cerca, podían oír el ruido, y a gritos suplicaban: Jesús Hijo de Davis ten misericordia; pues podían percibir quien se encontraba ahí, a quien se podían acercar para pedir ayuda.
– Zacarías 9:9 “Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna” San Mateo 21:8 “Y la multitud, que era muy numerosa, tendía sus mantos en el camino; y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían en el camino”
Las personas siempre se dejan llevar por las multitudes. Por la emoción del momento, si ocurre un hecho sobresaliente, no actúan conforme a la razón. Y el pueblo de Israel hizo conforme a lo aprendido: – 2 Reyes 9:12-13 “Así ha dicho Jehová: Yo te he ungido por rey sobre Israel. Entonces cada uno tomo apresuradamente su manto, y lo puso debajo de Jehú en un trono alto, y tocaron corneta, y dijeron Jehú es rey”
El Rey viene humilde, por eso la gente no pudo percibir quien entraba. En su algarabía, solo ven a alguien que podía traerles libertad de los opresores. Los reyes hacían su entrada con grandes pompas, con grandes medidas de seguridad, y otros personajes que lo acompañaban, Pero Jesús viene sentado en un pollino hijo de asna y prestado, aunque todo le pertenece a él. Sin ejército, sin comitiva. El Señor Jesús vino humilde para que pueda ser percibido por el más sencillo de los seres humanos.
Jesús en su humildad nunca quiso tener propiedades. No tenía donde reposar su cabeza, aun, siendo semejante a Dios. Se hizo el menor, lavo los pies de sus discípulos; para que pudiésemos percibir que él está cerca de nosotros.
Jesús es el Rey de toda la tierra. Todo es de él, por él y para él. De quien Juan el Bautista dijo: “No soy digno de desatar las correas de sus sandalias”
– San Mateo 21:9 “Y la gente que iba delante, y la que iba detrás aclamaba, diciendo: ¡Hosanna (Sálvanos) al Hijo de David!” Cumpliendo así, las escrituras en Salmos 118:25
Las multitudes lo aclamaban pero no lo entendían, solo se dejaban llevar por el momento. Eso se entiende porque unos días después, cuando al Rey Humilde, sin ejercito ni armas; el pueblo ahora grita ¡Crucifícale, crucifícale! Pues no era el rey que ellos querían, no tenía renombre, no tenía riquezas, ni solucionó sus problemas como ellos querían. Nunca percibieron que Jesús es el único capaz de darles libertad del opresor más grande: el pecado. La gente quería seguir en su estilo de vida, en su manera de vivir. Esto conmueve a Jesús.
– Miqueas 3:9-11 “Oíd ahora esto, jefes de la casa de Jacob, y capitanes de la casa de Israel, que abomináis el juicio, y pervertís todo derecho; que edificáis a Sion con sangre, y a Jerusalén con injusticia. Sus jueces juzgan por cohecho, y sus sacerdotes enseñan por precio, y sus profetas adivinan por dinero; y se apoyan en Jehová, diciendo: ¿No está Jehová entre nosotros? No vendrá mal sobre nosotros”
– Los gobiernos corruptos te permiten hacer lo que te agrada para que siempre estés ciego, para que no percibas al Rey de Gloria, que ha venido para darnos verdadera libertad. Por eso Jesús lloró ante Jerusalén, porque no le conocieron el día de su visitación. Los reyes de la tierra te cegaran por las mentiras, es más, te obligaran seguir leyes que van contra Dios. No temamos, percibe a Jesús el Rey, en este momento te puede hacer libre si lo aceptas como Único y suficiente Salvador.