¿QUE, PUES, HARA EL SEÑOR?

San Marcos 12:1-9.
12:1a “Entonces comenzó Jesús a hablar por parábolas…” ¿A quiénes el Señor comenzó a hablarles por parábolas? 11:27 a los principales sacerdotes, a los escribas y a los ancianos, es decir, al Sanedrín.
El SANEDRIN, era la Corte Suprema de Israel, compuesta por 71 miembros, encabezados por el sumo sacerdote y 70 personas prominentes de la nación. Estos últimos pertenecían a tres grupos: La aristocracia laica (la nobleza), la aristocracia sacerdotal, apoyados por la nobleza y estaban al frente del tribunal, y los eruditos, conformados por escribas y fariseos.
Directamente hablaba con ello, pero en 11:32 vemos que indirectamente hablaba con todo el pueblo que le seguía, que 11:28 no quieren reconocer la autoridad de Nuestro Señor Jesucristo. Es decir, hablaba directamente con líderes religiosos que no estaban enseñando las Escrituras, sino sus conveniencias, legalistas y autosuficientes y a un grupo numeroso de incrédulos ‘que le seguían’.
12:1b “… un hombre planto una viña y la arresto a unos labradores” El Señor ha tomado un pasaje del Antiguo Testamento muy conocido por ellos, Isaías 5:1-7. Quien a plantado la viña es Dios mismo, y esa viña es Israel (v.7).
Dios eligió a Abraham, a Isaac y a Jacob y los hizo una raza separada para El.. Los libro de Egipto, los condujo a través del Mar Rojo, los alimento por cuarenta años en el desierto, los llevo, los cuido, los instruyo, de la misma manera que un padre lo hace con un hijo, los introdujo a una tierra donde fluye leche y miel en la que, como nación, pudiesen gozar de la prosperidad ininterrumpida. Solo les pidió: Que EL fuera su Dios, que no adoren ídolos y que obedezcan sus estatutos.
En los días del Señor Jesús, el Sanedrín estaba a cargo para que todo esto produzca fruto. Establecían el calendario de fiestas, regulaban el sistema religioso del país. Y ellos entendieron eso: son los actuales labradores para que esa nación prospere en el amor y el temor de Dios.
12:2a “A su tiempo”. Esto es llegado el tiempo de la cosecha, regularmente se requiere de unos cinco años para que la viña produzca a nivel comercial. Había llegado el tiempo de participar de las ganancias.
12:2b-5 “Envió a un siervo. Volvió a enviarle a otro siervo. Volvió a enviar a otro.” Para que recibiesen de los labradores el fruto de la viña. Pero no, los golpearon y hasta mataron, no entregaron nada a su Señor, se hicieron ladrones y asesinos, se creyeron ‘los dueños’ y nunca lo fueron.
Permítanme hacer un paréntesis, ‘parte del problema con el liderazgo religiosos, es que se hacho corrupto. Dicen al mundo lo que el mundo quiere escuchar y no lo que Dios quiere que digan’.
A través de siglos fueron los profetas los siervos enviados por Dios, pero cuando estos reprendían sus pecados, fueron perseguidos, encarcelados y muertos a filo de espada.
12:6-9 Dios en su infinito amor decide darles una nueva oportunidad. Él tenía un hijo, lo envió, pero siguió la misma suerte que los profetas. El máximo horror del pecado es cuando se escucha el grito ¡crucifícale!, ¡crucifícale!
Aquí hay una gran advertencia: Este Hijo es alguien muy amado por el Padre, él fue humilde y sufriente, tomo la forma de siervo y sin embargo, en El habitaba la plenitud de la deidad de Dios. Los labradores lo rechazaron y le dieron muerte, tu ¿Qué harías?.
¿Qué, pues, hará el Señor de la viña? El Señor deja que nuestra propia conciencia decrete el castigo.
12:9 “vendrá y destruirá a los labradores y dará la viña a otros”. En el pasaje paralelo de San Mateo 21:41 dice “a los malos destruirá sin misericordia y arrendara su viña a otros labradores”. Ese “OTROS” según Efesios 3:6 se refiere a la iglesia conformada por gentiles y judíos.
¿Saben cuál es mi temor? Que los nuevos labradores de la viña del Señor, también estemos fallando. Si es así, ¿Por cuánto tiempo más el Señor nos va a soportar? Un día estaremos sentados ante el Trono del Tribunal de Cristo, y EL nos hará preguntas como estas: Te ordene que hablaras en Mi Nombre, ¿hablaste mis palabras o las tuyas?, te ordene que dieras el mensaje de salvación a otros, ¿lo entregaste?
¿Qué hará el Señor Jesús conmigo o contigo cuando El regrese? El deja que nuestra propia conciencia decrete el castigo.

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