UNA NUEVA VIDA EN CRISTO.

San Juan 12:1-10.

El Señor Jesús antes de ir al cielo nos dejó grandes enseñanzas y ordenanzas con el solo propósito que vivamos una vida victoriosa.

– Apocalipsis 2:10c “Se fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de vida” Nuestra relación con Dios es muy importante, EL nos quiere victoriosos. Ya en el cielo nos envía al Espíritu Santo para recordarnos y amonestarnos constantemente, EL nos quiere victoriosos.

– San Lucas 22:19-20 “Esto en mi cuerpo que por vosotros es dado… Esta copa es el Nuevo Pacto en mi sangre… (Comed, tomad) haced esto en memoria de mi” En memoria que EL murió por nuestros pecados. Su muerte, luego se resurrección, ascensión al cielo, el Espíritu Santo y su promesa que regresara, trajeron para nosotros: Victoria y Vida Eterna. Nuestra esperanza está en: EL regresara y llevara a Su Iglesia. Esa esperanza es para los que creen en EL… ¿usted cree?

– San Marcos 16:15-16 “El que creyere y fuere bautizado será salvo, más el que no creyere será condenado”. Hechos de los Apóstoles 2:37, 38, 41 El mensaje de Pedro en el mismo día que se establecía la iglesia fue tan convincente que tres mil personas creyeron y aceptaron al Señor Jesús como su Salvador Personal, “se compungieron de corazón y preguntaron: ¿Hermanos, y ahora que hacemos?”. Pedro, recordando las palabras del Señor Jesús, es respondió: Bautícense.

Creyente es toda persona cuyo corazón esta afligido, arrepentido de vivir sin Dios, y ahora que lo acepta quiere serle fiel, bautizándose y comprometiéndose en la predicación del evangelio.

UNA VIDA DE SERVIVIO Y ADORACION.

– San Juan 12:1a “Seis días antes de la Pascua, vino Jesús a Betania…”

– San Mateo 26:2a “Sabéis que dentro de dos días se celebra la Pascua…”

Han pasado tres años desde cuando el Señor Jesús comenzó su ministerio, allá en Caná, ahora lo está terminando en Betania. En esta semana hizo muchas cosas, por hoy solo citaremos una que tiene mucha relación con nosotros.

– San Juan 11:1-3, 17, 38-45 Resucita a Lázaro y “Muchos de los judíos que habían venido a acompañar a María, vieron lo que hizo Jesús, creyeron en EL”

– San Mateo 26:6 Jesús está en casa de Simón, un leproso a quien también había sanado milagrosamente.

– San Lucas 10:38, 39 “Marta lo recibió en su casa…” Es muy posible que Simón y Marta sean esposos. Ella tenía una hermana llamada María.

– San Juan 11:1-2 Marta, María y Lázaro son hermanos.

Más Simón, una familia muy bendecida… ¿Qué haría usted si el Señor llegara a su casa muy cansado y con mucha hambre?

– MARTA preparo la cena y lo atendió lo mejor que pudo. Así lo estaba sirviendo, esa era su ofrenda. Sus talentos puestos al Servicio del Señor Jesús. De seguro que cualquiera de nosotros haría lo mismo, más aun, sabiendo que todo lo que tenemos nos lo dio Dios.

– MARIA también va a Servir al Señor, pero de una manera muy diferente. Lo va hacer usando algo que también es de mucho valor: SE SENTO A LOS PIES DEL SEÑOR. Cuán importante es esto, ¿lo hacho alguna vez?.. María ADORO la preciosa presencia del Señor. Se sentó a escucharle, derramo su valioso perfume a sus pies y luego lo seco con sus cabellos, como expresión de afecto, adoración y apego total a la persona de Cristo.

¿Estamos todos verdaderamente comprometidos con el Señor Jesús?.. Lázaro nos recuerda la Nueva Vida en Cristo, San Juan 11:25-26 “Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque este muerto vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?” Marta nos recuerda a una vida de Servicio. María nos recuerda a una vida de adoración. Tres factores muy importantes y que nunca deben ausentarse en la vida de la iglesia; y la iglesia somos cada persona que creemos en EL.

La enseñanza del Señor es: No nos fijemos si los demás están trabajando como debieran trabajar (o como creemos que debieran trabajar). No nos aferremos en solo servirle y olvidarnos de sentarnos a sus pies y escucharle. Tampoco a escucharle, pero nunca servirle. ¡Cuidado con esto ¡ Marta estaba haciendo algo muy hermoso para el Señor; me imagino, cocino muy delicioso, saco su mejor mantel para la mesa, sus mejores cubiertos, todo para EL; pero cometió el error de fijarse en lo María no hacia (según ella) y además olvido la adoración.

El predicar la Palabra de Dios no nos mantiene vivos espiritualmente, tampoco nos mantiene vivos el amor práctico que mostramos por los necesitados (aunque lo hagamos de todo corazón). Lo que nos mantiene vivos y con mucha fuerza para seguir adelante es, estar en la presencia de Dios y dedicarle lo mejor a nuestra relación; es allí donde seremos revitalizados, es en la intimidad con EL cuándo lo conoceremos más; es a sus pies donde aprenderemos a perdonar a quien nos dañó; es a sus pies donde aprenderemos a ser agradecidos por su inmenso sacrificio en la cruz.

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