San Lucas 1:5-47.
Se acerca la navidad y pienso en la familia y la importancia de cada uno de los miembro de ésta, todos somos influenciados y a la vez todos influenciamos. Todo comienza por los padres.
San Lucas 1:6 “Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor”
Este pasaje se refiere a los padres de Juan el Bautista. Eran justos no solo a los ojos de los vecinos, sino a los ojos de Dios quien ve todo lo que hay en el corazón de las personas. “Y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor” Entiendo por ‘mandamientos’, a todos aquellos que tienen que ver con la naturaleza moral. Y por ‘ordenanzas’, aquellas instituciones de la ley ceremonial. OJO, esto último ha sido abolido en Cristo, pero era de importancia en el siglo uno. Efesios 2:15 “aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas”
Aquellos padres eran irreprensibles. No se entregaron a ningún pecado, por el contrario, fueron estrictos consigo mismos, se amaban, respetaban y servían a Dios. Ni aquellos que los conocen, ni Dios mismo, tienen nada de que culparlos.
San Lucas 1:7 “Pero no tenían hijo, porque Elisabet era estéril, y ambos eran ya de edad avanzada”
San Lucas 1:13 “Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan”
El problema de ellos es la familia. No solo era estéril, también se le había pasado la edad de tener hijos; humanamente no hay solución y ellos lo saben, pero nunca dejaron de orar ‘Tu oración ha sido oída’, es una exhortación para todos nosotros. Si nuestro problema también es la familia, o cualquier otro, nunca dejemos de ponerlo en las manos del Señor.
San Lucas 1:37 ‘Porque nada hay imposible para Dios”
Solamente nunca dejemos de orar y confiar que Dios va a contestar; solamente deléitate en el Señor, Salmos 37:4 “Deléitate asimismo en Jehová, y EL te concederá las peticiones de tu corazón”
Veamos ahora a unos padres muy jóvenes.
San Lucas 1:27 “a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María”
‘Una virgen’ es una joven damita en edad matrimonial. ‘Desposada’, comprometida para casarse. No se la edad que tendría María, pero según la cultura judía de aquella época, las jovencitas podían contraer nupcias desde los doce añitos de edad y luego de estar desposada o comprometida por un año; solo la muerte o el divorcio podrían quebrar dicho compromiso.
San Mateo 1:19 “José su marido, como era justo” San Lucas 1:30 “Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios”
Dos familias, Zacarías y Elisabet en Judá, José y María en Nazaret, Galilea. Los primeros con problemas, los otros aparentemente no; pero con un común denominador: son personas justas ante los ojos de Dios, que se deleitan en Dios; o como lo dice María: San Lucas 1:47 “Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador”
Cualquiera que sea nuestra situación, reconocer la necesidad de “Dios mi Salvador”
Dios al momento de crearnos, quiso que seamos seres como EL, que amemos, que seamos fieles. Cuando esa lealtad fue puesta en prueba, fallamos. Dios prometió reparar y restaurar dicha relación y lo hizo mediante Su Hijo, pero los seres humanos tenemos que responder, tenemos que aceptar a Cristo nuestro Salvador.
Hallarnos justos e irreprensibles es una acción resultante. Es como estamos respondiendo a los requerimientos de Dios. La navidad está cerca, más que en regalos para dar, pensemos en el regalo de Dios para recibir. “De tal manera amo Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna”
Cristo es nuestro regalo, acéptalo.
Dios te bendiga ricamente.
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